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En 1954, el gobierno provincial de Guangxi clausuró más de una docena de comerciantes privados de té e implementó un sistema unificado para la adquisición de Maocha, centralizando la producción del té Liu Bao en solo dos fábricas: la Fábrica de Wuzhou y la Fábrica de Hengxian. A partir de entonces, el té Liu Bao pasó de ser una elaboración artesanal de larga tradición a una producción industrial moderna a gran escala. También fue en este período cuando surgió en 1958 el avance tecnológico más importante de la historia moderna del Liu Bao: la invención del método Wodui (fermentación artificial en apilamiento húmedo), marcando el inicio de una nueva era para este té histórico. Sin embargo, este cambio provocó una interrupción de la producción del Liu Bao tradicional durante décadas, lo que ha dado lugar a la extrema rareza en el mercado actual de tés Liu Bao tradicionales bien envejecidos.

Este 2004 Liu Bao de estilo granjero, también conocido como Liu Bao crudo, ha sido producido con métodos tradicionales sin recurrir al proceso de fermentación en apilamiento húmedo, y además cuenta con un envejecimiento impecable. A diferencia del Liu Bao moderno, el Liu Bao crudo requiere de un largo añejamiento para suavizar su sabor intenso y desarrollar notas maduras. Este té reposó durante casi dos décadas en el almacén de un coleccionista privado, sufriendo una transformación profunda de una infusión áspera a una taza suave, con un licor de color marrón rojizo similar al del Liu Bao moderno, pero con sabores mucho más complejos.

Ofrece un aroma añejo fuerte y distintivo, evocador de un armario de madera antiguo en una forma agradable. Al ser despertado por el agua hirviendo, despliega notas más complejas: arroz glutinoso cocido, nuez de betel, alcanfor y, de forma muy singular, un sutil matiz de humo de pino, una característica poco común en el té Liu Bao. Gracias a la naturaleza del Liu Bao de estilo granjero, el uso de materias primas no fermentadas permite una mayor evolución del sabor durante el envejecimiento, dando como resultado un perfil rico y estratificado, y una textura espesa que aguanta infusiones interminables.