Se trata de una joya única e irrepetible, ya que fue el último lote de té producido por el maestro de Yancha Zhou Zhongxiang. Dos años después, en 2014, el Maestro Zhou falleció a los 98 años. Fue uno de los maestros artesanos del té en la historia contemporánea del Yancha., exdirector de la Fábrica de Té Bi Shi Yan, y llegó incluso a trabajar junto a Zhang Tianfu, una figura cumbre de la ciencia del té moderna en China.

Dada la calidad excepcional de aquel lote específico de la cosecha, decidieron elaborarlo completamente a mano, con la participación directa del Maestro Zhou, quien, a sus 96 años, supervisó personalmente cada detalle del proceso. La calidad sobresaliente de la materia prima, la minuciosidad artesanal y la sabiduría del Maestro Zhou dieron como resultado un té impecable. Y, por fortuna, el té no se vendió por completo de inmediato, lo que nos brinda la rara oportunidad de degustar su versión añejada.

Tras más de una década de añejamiento, el té ha desarrollado encantadores sabores envejecidos. En las hojas secas se aprecian agradables notas de vieja madera seca y medicina herbal, que continúan manifestándose tanto en las hojas infusionadas como en el licor espeso de las primeras infusiones. Su sabor es rico, redondo y complejo, con una textura extremadamente suave, gran mineralidad y sin rastro de astringencia ni notas de carbón. Una sutil acidez tipo ciruela, característica únicamente de los mejores Yancha añejos, permanece presente hasta que el sabor comienza a suavizarse, mientras que los rasgos icónicos del Shui Xian se conservan hasta la última gota.
Su excelencia destaca notablemente, especialmente en comparación con nuestro Shui Xian de 2016, a pesar de que este último también es un fantástico Shui Xian añejo, producido en la misma fábrica, que en aquel entonces ya era gestionada por los nietos del Maestro Zhou.

Su excelencia destaca notablemente, especialmente en comparación con nuestro 2016 Shui Xian Añejo, a pesar de que este último también es un fantástico Shui Xian añejo, producido en la misma fábrica ya gestionada por los nietos del Maestro Zhou.